Acabo de llegar de mis vacaciones en Nueva York; diez días muy intensos y llenos de experiencias fashion.
Nada más llegar tuve que planear mi ruta para la Fashion’s Night Out, gran fiesta de la moda que Vogue celebró la noche del 10 de septiembre. Las tiendas cerraban sus puertas más tarde y celebraban fiestas, donde te podías encontrar con alguna que otra celebrity o diseñador en alguna de sus boutiques.
Paseando por las principales calles de la moda, la gente lucía sus mejores looks y las tiendas más conocidas se convertían en auténticos locales de fiesta. Guapísimos chicos y chicas te recibían con una copa de champagne a la entrada, y la música alegraba el ambiente junto al buen rollo de los asistentes. Durante mi ruta tuve la oportunidad de conocer al diseñador Custo Dalmau en mi parada a su tienda del Soho ( y también cayó alguna que otra compra…)
Al salir me vi sorprendida por un grupo de chicas que perseguían a la gran Anna Wintour: La diva divísima de Vogue corría en busca de su Mercedes, y las fans la fotografiaban y gritaban como locas. No sé como pero yo también acabé formando parte del grupo de locas fans y corriendo al lado de la Wintour hasta que consiguió subir a su coche sana y salva…Toda una auténtica escena de paparazzi.
También me pasé por la tienda de la famosa estilista de Sex and the City; Patricia Field. Fue fácil reconocerla gracias a su pelo desaliñado y de color rojo. Quedé impresionada al ver el show que tenía formado; una fiesta con Drag Queens y auténticos fashionistas luciendo unos estilismos indescriptibles.
Para acabar la noche (y por casualidad de vuelta a mi hotel) me topé con la tienda de Manolo Blahnik. Pude tirar unas fotos antes de que el gorila de la entrada me llamara la atención, y me probé uno de sus zapatitos, los más deseados. La sensación fue como pisar el cielo, una experiencia que espero poder experimentar durante más horas y siempre que quiera. ( Por si queréis regalarme unos alguna vez y hacerme felicísima, mi número para unos Manolos es un 36...).
Por delante me esperaba una intensa semana, acudiendo a un total de diez desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week. Es increíble el ambiente que se crea entre desfile y desfile: Tacones, tacones y más tacones, acompañados de estudiados outfits, atrevidos looks y algún que otro estilismo que más bien serviría para celebrar el carnaval… Todo un desfile pero sin pisar la pasarela.
Recomiendo a toda fashionista y fashion victim que si tiene la oportunidad, intente acudir por lo menos una vez en su vida a la semana de la moda de Nueva York. Un auténtico fashion show. No se vale leer más revistas de moda ni ver más capítulos de Sexo en Nueva York. Hay que estar allí; vivirlo y disfrutarlo.
Yo me lo propuse y lo hice, empezando por la noche del día 10 de septiembre, durante 10 días y 10 desfiles…Eso sí, la cifra de dólares que me he gastado yendo de compras supera el 10 añadiéndole un par de ceros más… Imposible que tanta moda y tantos tacones no te inciten a renovar y ampliar el armario… ¡Y tengas que pagar más en el aeropuerto por exceso de equipaje!
